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A lo largo de los últimos diez años de trabajo, desde nuestras funciones en el sector privado, hemos detectado múltiples necesidades y problemáticas que enfrentan los directivos de las empresas que desarrollan sus tareas en el mercado argentino.
Una de ellas se presenta a la hora de definir con que empresas trabajaran en las áreas de marketing y tecnología obteniendo resultados claros sobre el objetivo principal de la compañía, mejorar la rentabilidad de los socios.
Términos como “socio estratégico de negocio”, “partner asignado”, “account manager senior” y por supuesto “soluciones de valor agregado” han sido incorporados por las consultoras y las empresas de tecnología para diferenciarse de la competencia.
Tan masiva ha sido la adopción de esta terminología que, hoy en día, todos la utilizan, generando confusión sobre el significado real de los conceptos y perdiendo instantáneamente ante el comienzo de su utilización cualquier posibilidad de diferenciarse realmente.
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